Biasi. Era una difícil tarea porque la base de guitarra estaba grabada “sin clic”, y tenía que seguir intuitivamente los movimientos y expresiones que la que escribe había registrado. Para ayudarlo se me ocurrió entrar en la cabina, calzarme auriculares e intentar “guiarlo” con mis respiraciones, anticipando los cambios. Al final no fue necesario pero sí divertido, porque vivimos un momento “We are the world” (sisí, ya sé... estoy deschavando nuestra edad!) Gracias Juancho!
Luego siguieron almuerzo, algunas horas editando y tuneando canciones
Ya entrada la nochecita llegó María Eva Covino, amiguísima de la infancia, que se había aventurado a
Ahora, trabajo silencioso hasta el miércoles... Queda todavía cerrar algunos temas/arreglos nuevísimos y además ensayar con los invitados!
No hay comentarios:
Publicar un comentario